lunes, 25 de octubre de 2010

Pandebono: el pan de maíz vallecaucano

                  Pandebono.
No existe un solo habitante del departamento que no lo haya comido alguna vez durante un desayuno o en unas onces con una bebida caliente o una avena helada.
Los ingredientes principales de esta delicia son el almidón de yuca y el maíz, al cual debe dársele un tratamiento especial: es importante cerciorarse de que esté curado, es decir, que se conserve en agua durante tres días para que pierda su sabor amargo y se deje cocinar con rapidez.

Su historia

Se dice que el nombre del pandebono surge de un panadero italiano que vivía en Cali y salía a vender sus panecillos gritando, con un fuerte acento de su país “pan del bono” (pan del bueno). Se hizo tan famoso, que el término se popularizó y sirvió de nombre para el amasijo vallecaucano.
En las tardes vallecaucanas, el Pandebono es parte fundamental de la merienda
También se dice que el nombre pudo venir de una antigua hacienda, entre el municipio de Dagua y Cali que se llamaba El Bono, lugar donde nacieron las famosas rosquitas. Otra versión cuenta que a los corteros de la caña de azúcar se les pagaba con tiquetes o “bonos”, con el cual adquirían pan y agua para almorzar, razón por la cual los cañeros lo llamaban pandebono.
Este panecillo se ha hecho tan importante que en Cali se celebra, en el mes de Julio, el Festival del Pandebono.

Preparación del pandebono

Ingredientes para 15 personas.
  • ¼ de libra de almidón de yuca agrio
  • 1 libra de queso blanco costeño rallado o cuajada
  • 1 cucharada de azúcar
  • 2 cucharadas de mantequilla o margarina
  • 2 tazas de leche o más si es necesario
  • 2 huevos batidos
Preparacion del Pandebono: 
Remoja el maíz blanco en abundante agua por tres días, cuidando siempre de cambiar el agua todos los días sin permitir que tus manos hagan contacto con él, ya que esto puede darle un sabor agrio. A esto se le llama “curar el maíz”.
Cuela el maíz, y cocínalo en una olla grande con suficiente agua para cubrirlo durante una hora a fuego alto o hasta que esté blando. Cuando esto suceda, retíralo del agua y muélelo para hacer una masa suave.
En un recipiente o en una batea de madera, mezcla la masa con la mano junto con los demás ingredientes hasta que quede pegajosa o “pegachenta”. Si queda muy seca, añade cuanta leche sea necesaria y déjala reposar.
Después, con las manos humedecidas con agua, toma una porción de la masa y haz bolitas aplastadas en la base. También pueden hacerse rosquitas. Ponlas en una refractaria previamente engrasada y mételas al horno precalentado a 180°C o 350°F durante 20 minutos o hasta que doren.
¡Listo, ya puedes disfrutar de una de las delicias vallecaucanas más exquisitas!

lunes, 18 de octubre de 2010

Cholado: Hielo y Fruta que refrescan!

Saborea las frutas heladas del cholado vallecaucano y siente cómo te refresca.
Este postre tiene mucho éxito en los días calurosos entre turistas y habitantes del departamento. Los “choladeros” se reúnen en las plazas y ponen un carrito cargado de hielo y frutas exóticas para vender esta delicia gastronómica.

Hielo, frutas, leche condensada hacen del cholado una exótica combinación
Nació en Jamundí hace varios años en manos de un hombre conocido como el “Mataguayabo” ya que vendía el postre diciendo que servía para eliminar la resaca o guayabo, como se le dice en Colombia. La primera versión tenía sólo piña, lulo y limón, pero, para complacer a sus hijos, agregó otras frutas y leche condensada, lo cual dio origen al cholado como lo conocemos hoy.
Aquí te sugerimos algunas frutas, pero puedes escoger fresas, kiwis, guanábana y cualquier fruta exótica que prefieras.

Preparación

Ingredientes para 8 personas:
  • ½ libra de pulpa de lulo
  • ¼ de libra de pulpa de tamarindo
  • ½ libra de moras
  • ½ libra de pulpa de mango
  • 2 manzanas picadas
  • 6 tazas de hielo
  • 2 tazas de agua
  • 1 libra de azúcar
  • Color vegetal rojo, verde o amarillo
  • El jugo de tres limones
  • Leche condensada al gusto
Lo primero que debes hacer, es pelar y picar todas las frutas. Puedes revolverlas o dejarlas separadas para hacer capas diferentes.
El cholado: un manjar para refrescar
Tritura el hielo en un paño con una piedra y luego mételo en la licuadora en velocidad alta. Es bueno hacerlo primero en el paño para evitar dañar la licuadora.
Aparte, pon azúcar con agua para hacer un almíbar y bátelo de manera constante. Cuando esté listo, agrega unas gotas de color vegetal que te guste.
¡Ahora sí! Pon una capa de fruta, luego otra de hielo y así sucesivamente hasta llenar el vaso. Encima pon leche condensada, el almíbar y el jugo del limón. Puedes comerlo con una cuchara y usar palillos para ayudarte a sacar los trozos de fruta.
¡Ya estás listo para refrescarte de manera dulce y natural!
                  

Manjarblanco: La ambrosía vallecaucana

Llévate a la boca este manjar de dioses que el Valle del Cauca tiene para ti.
El dulce de leche es tradición en muchos lugares del mundo, pero en el Valle del Cauca tiene la sazón y magia de la cuchara de palo de las descendientes africanas. Este exquisito postre es una manera de alegrar un almuerzo o de endulzar una fiesta.
Tradicionalmente, las esclavas africanas de la colonia de brazos fuertes y perseverantes revolvían sin parar los ingredientes en una paila de cobre sobre la leña hasta conseguir la textura que caracteriza a este dulce. Al final, los niños se amontonaban alrededor de la paila para raspar lo que quedaba.
El nombre tiene ascendencia hispanoárabe, ya que fue de ellos de quienes se heredó la receta y que la caña de azúcar es de origen oriental. Sin embargo, en este dulce se concentran los productos que hoy son de gran importancia para el Valle del Cauca.

Preparación del manjarblanco

Para 8 porciones grandes:
  • 2 cucharadas de arroz dejado en remojo con 24 horas de anticipación y molido
  • 7 ½ litros de leche
  • 3 libras de azúcar (puede emplearse más, al gusto)
  • 1 pizca de sal
  • 1 taza de uvas pasas sin semilla (opcional)
  • 10 brevas en almíbar partidas en cuartos (opcional)
  • 1 taza de coco rallado (opcional)
  • Azúcar pulverizada
El manjar blanco una tradición vallecaucana que endulza la vida
En un poco de leche, diluye el arroz dentro de un recipiente bien grande. Después agrega el resto de la leche, el azúcar y la pizca de sal. Revuélvelo bien y pasa la mezcla a la olla, en fuego medio. El secreto está en no dejar de revolver con una cuchara grande de palo que roce el fondo, para que no se adhiera al fondo de la olla.
Este proceso demora un poco y no debe detenerse sino hasta que el dulce se despegue solo de la cuchara, dejándola limpia. Cuando esto suceda, baja el fuego y sirve. Si prefieres, puedes agregar durante la cocción los ingredientes marcados como opcionales o en el momento de servirse. Espolvorea el azúcar para adornar.

                  

Sancocho de gallina: almuerzo de Ginebra para el Valle del Cauca

Este delicioso plato es conocido como “sancocho valluno” y Ginebra, municipio vallecaucano, se precia de tener el secreto para enloquecer los sentidos.
En tiempos coloniales y republicanos esta receta era exclusividad de familias ricas ya que las aves de corral eran muy escasas y se dedicaban únicamente a producir huevos, elemento esencial para hacer pan y otro tipo de comidas.

En Ginebra, municipio del Valle del Cauca, tienen el secreto para hacer el mejor sancocho de gallina de Colombia
La sola preparación era un evento porque sólo durante fechas muy especiales, sacrificaban a las gallinas criollas para hacer este plato. Sólo si una mujer daba a luz o si había un enfermo se hacía una excepción para obedecer a la tradición campesina y cuidar de su salud.
A pesar de ser un plato hecho en todo el mundo con muchas variaciones según los ingredientes que se den en cada región, el sancocho ginebrino nunca lleva papa y la gallina se deja a la brasa lo cual le da un sabor muy característico. Además, suele prepararse en una olla de barro y servir las presas de la gallina asadas a la brasa, rociadas con el hogao o guiso de tomate y cebolla.

Preparación del sancocho de gallina vallecaucano

Ingredientes para 8 personas.
  • 1 gallina campesina o criolla, bien limpia de más o menos 7 libras.
  • 6 litros de agua fría o más
  • 3 tallos de cebolla larga
  • 1 rama de cilantro
  • 1 tallo de apio
  • Sal al gusto
  • 3 plátanos verdes sin cáscara
  • 1 ½ libras de yuca peladas y en pedazos
  • 3 tomates maduros picados en cubitos
  • 2 tallos de cebolla larga finamente picados
  • 6 hojas de cilantro cimarrón

Modo de preparación:

Amarra los tallos de cebolla, apio y cilantro para cocinarlos en una olla bien grande a fuego alto, junto con el agua y la gallina. Haz esto por hora y media hasta que la gallina se ablande o, si prefieres, usa una olla a presión por 45 minutos, para acelerar el proceso. Cuando esté lista, separa el ave del caldo y ponla a la brasa.
Nada mejor que acompañar el sancocho de gallina con tostones de plátano, arroz blanco, ají picante y aguacate
Regresa el caldo a una olla corriente y retira el ramillete de hierbas. Agrega sal al consomé y desmenuza los plátanos para cocinarlos en la olla por 10 minutos, para que se ablanden un poco y absorban el sabor de la carne y las hierbas. Añade la yuca y deje cocinar por 20 minutos más.
Por aparte, saltea los tomates y la cebolla larga picada para incorporarlos a la sopa antes de ponerla en los platos. Revuelve todo con una cuchara de palo o, como se le dice comúnmente, “cagüinga”. Te recomendamos no usar una cuchara metálica porque puede oscurecer el color del caldo y éste debe ser bien claro.
Sirve el sancocho y rocíalo con un poco de cilantro. Este delicioso plato puede acompañarse con patacones o tostones, arroz blanco, ají picante y aguacate.